No necesitas un príncipe, necesitas una cuenta bancaria y amor propio

Por Mercedes López Arratia
14 de mayo de 2025
Nos vendieron el cuento del príncipe azul, el castillo y el “vivieron felices para siempre”. Nos hicieron creer que encontrar a la persona correcta que te complete y te salve de cualquier adversidad es la gran misión de nuestra existencia; muchas de nosotras nos la creímos. Nos lanzamos de cabeza a relaciones donde la estabilidad emocional, financiera y hasta nuestra propia identidad dependían de alguien más.
La realidad es otra, la verdadera historia de amor no es la que vives con otra persona, sino la que construyes contigo misma cuando tomas el control de tu vida y encuentras la autonomía, esa capacidad que te libera de esperar que alguien más te “salve” porque eres capaz de hacerlo sola con una cuenta bancaria sólida y un amor propio indestructible.
No hay romance más peligroso que el que tienes con la idea de que alguien más se hará cargo de ti, como si la dependencia fuera un acto de amor o como si ser autónoma fuera imposible. Lo que es realmente sexy es tener el control de tus propias finanzas, no tener que pedir permiso para comprar algo, no negociar tu libertad. La autonomía financiera es la diferencia entre poder elegir libremente con responsabilidad y consciencia o quedarte atrapada en una vida que no te hace feliz porque salir de ahí te costaría más de lo que crees que puedes cubrir, no solo hablando financieramente.
Yo también crecí creyendo que la estabilidad venía del exterior y se la entregué a alguien más hasta que la vida me demostró que no hay peor error que poner tu felicidad en manos ajenas; aprendí que cada peso que administras con inteligencia no es solo dinero, es poder. Es decirte a ti misma: “no voy a quedarme donde no quiero estar”.
La otra gran mentira que nos contaron es que ser “amada por alguien más” es lo más importante yreconocer tu éxito. Nos dijeron que sin pareja estamos incompletas porque falta “la media naranja”, que estar solas es un fracaso. Mentira. Absoluta y total.
Ser autónoma emocionalmente significa aprender a estar bien contigo gustarle a todo el mundo, es entender que no necesitas que nadie te escoja, porque tú ya te elegiste primero.
¿Cuántas veces hemos visto a mujeres brillantes apagar su luz para no incomodar a su pareja?, ¿cuántas hemos caído en la trampa de minimizar nuestros logros para no herir el ego masculino?, ¿cuántas hemos confundido amor con sacrificio, creyendo que ceder y aguantar es la forma de demostrar afecto? No, gracias. Prefiero la soledad antes que la autoaniquilación.
Si la autonomía financiera es libertad y la emocional es paz, la sexual es poder, uno que nos han arrebatado durante siglos con reglas sobre cómo, cuándo y con quién podíamos disfrutarlo, haciéndonos sentirculpa y vergüenza si faltamos a alguna de ellas.
Pero la autonomía sexual no es otra cosa que conocer tu cuerpo, reconocer que es tuyo y que tú decides sobre él, que no necesitas la aprobación de nadie para explorarlo, para disfrutarlo, para vivirlo en plenitud, que no hay “buenas” y “malas” mujeres según su vida sexual, sino simplemente mujeres libres o reprimidas por normas obsoletas.
La autonomía también es preguntarte qué quieres hacer con tu tiempo, con tu energía, con tus talentos; porque, sí, puedes tener estabilidad financiera y emocional, pero si no tienes un propósito claro, la vida sigue sintiéndose vacía. Esta es la parte más importante, tomar las riendas de tu futuro, sin seguir el guión que alguien más escribió para ti.
Es atreverte a romper con lo predecible y elegir el camino que realmente te hace vibrar, que no tiene que ser necesariamente el que esperaban tus padres, el que te dicta la sociedad, el que es más fácil o el más cómodo, sino el que resuena con quien realmente eres.
Brujas, reinas y zorras: El poder de las mujeres autónomas además de ser mi primer libro, es la conclusión de un viaje que yo misma recorrí, donde aprendí, a veces a la mala, que la única persona que realmente puede salvarme soy yo, que la autonomía no es un destino al que llegas un día, sino una construcción diaria, una elección consciente y valiente, por mí y para mí.
Sé que muchas mujeres están en ese mismo punto de inflexión en el que yo estuve y sé lo que se siente despertarse un día y darte cuenta de que no tienes el control de tu vida, así que escribí mi experiencia porque quiero que tengan una herramienta completa para apoyarse en su propio camino hacia la autonomía, sin miedo y sin excusas.
Leí los libros, cursé los talleres, fui a los seminarios, y plasmé todo ese conocimiento en un solo lugar para que te convenzas de que no necesitas un príncipe, ni una historia de amor que te valide; necesitas finanzas sólidas, amor propio que te sostenga en los momentos difíciles y un propósito que te impulse a levantarte cada mañana con ganas de devorarte el mundo.
El resto es opcional.
Mercedes López Arratia es emprendedora, coach ejecutiva, conferencista y escritora del libro Brujas, reinas y zorras: El poder de las mujeres autónomas, con una amplia trayectoria en liderazgo y desarrollo personal. Su trabajo se enfoca en empoderar a las mujeres para que alcancen su autonomía en todas las áreas de su vida. Ha colaborado con diversas organizaciones y reconocida por su labor en la promoción de la equidad de género.
Articulo publicado en la Revista Cosas Mayo 2025.